El diseño tiene tres dimensiones: estética, funcional y estratégica. Y el buen diseño debe tener un equilibrio entre las tres.
La dimensión estratégica aporta valor a un producto para que se diferencie del resto y se pueda vender mejor.
Design Thinking o Pensamiento en Diseño es una metodología que se utiliza para desarrollar la innovación en pos de las personas.
En otras palabras, es un enfoque que se sirve de la sensibilidad del diseñador y su método de resolución de problemas para satisfacer las necesidades de las personas de una forma que sea tecnológicamente factible y comercialmente viable.
En definitiva se trata de una metodología que se utiliza para el diseño de productos o servicios y donde el foco está puesto en el usuario.
Mucha gente entiende la creatividad como algo loco y no le ven su parte metódica. Creatividad es buscar propuestas innovadoras.
El design thinking se centra en el proceso de diseño, e integra enfoques de diferentes campos mediante la participación de equipos multidisciplinares que tienen como objetivo:
- Comprender al usuario: adquirir conocimientos básicos sobre los usuarios del producto o solución.
- Desarrollar empatía con los usuarios.
- Generar un usuario tipo para el cual se diseña la solución o producto.
- Construir prototipos de las ideas más prometedoras.
- Aprender a partir de las reacciones de los usuarios al interactuar con el prototipo.